En días recientes, fuimos testigos de un ambiente tenso tras las declaraciones realizadas por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, donde anunció vía Twitter que, para obligar a México a detener el flujo de migrantes centroamericanos, aplicaría a partir del 10 de junio aranceles del 5 % a todos los productos mexicanos. Ahora vivimos 45 días de calma aparente.
Si bien, esta decisión se detuvo tras llegar a un acuerdo con la cancillería mexicana, mediante varias mesas de negociación, vale la pena revisar el contexto en el cual surgen las negociaciones y sobre todo el contexto en el que surge esta declaración, y lo más importante, la repercusión que tuvo directamente en el sector agrícola mexicano.
AgroExpande tu negocio 2019 fue un evento de talla internacional especializado en comercio exterior para agro-productores y empresarios agroalimentarios que se llevó a cabo justo en el marco de la turbulencia de estas negociaciones y calma aparente.
Con la participación de productores agroindustriales, empresas de servicios, conferencias, talleres, mesas de negocios y un centro de exposición, productores y empresarios de sector agroalimentario se dieron cita con la finalidad de trascender las fronteras mexicanas.
Diversificar las opciones comerciales, es algo más que una obligación para los mexicanos.
Durante el evento realizado en la ciudad de Puebla, predominó una premisa principal: Promover, facilitar e identificar áreas de oportunidad para el inicio y expansión del medio rural mexicano. Desarrollar nuevos mercados y llevar productos del campo a nuevos destinos, exige que los productores tengan acceso a información en tema de precios, para así evitar escenarios de incertidumbre y especulación como los que vivimos en días pasados.
Recordemos que el pasado 7 de mayo ante el anuncio de la imposición de aranceles del 17.5% al tomate mexicano, un clima total de incertidumbre afectó enormemente a los productores mexicanos, llegando a ser la diferencia en algunos casos de hasta $35,000 dólares por embarque. Los precios de los tomates no mexicanos, en la unión americana, en mercados como Nueva York y Chicago, llegaron a estar por encima de los $30 dls por empaque de 25 lb, mientras en frontera, en mercados como Nogales o Mcallen, los tomates mexicanos llegaron a estar en $6.14 dls por el mismo empaque. ¿Por qué tanta diferencia? La respuesta, la especulación al no tener claras las reglas de operación. El comprador americano y el vendedor nacional, al no tener con claridad las reglas operativas del traslado del arancel, optaron por dejar de operar la comercialización, dejando como consecuencia, diferencias considerables en el precio que no solo afectó a los exportadores, si no en general, a todos los productores de tomate, sin importar su tamaño. En general los precios del tomate en mercados nacionales, tuvieron bajas significativas por tener que cambiar el destino de venta, en lugar de Estados Unidos, hacia los mercados nacionales. Ante esta situación, la especulación fue la madre de las desgracias.
No es casualidad que, al ver esta afectación, el mandatario de Estados Unidos haya lanzado un tuit amenazante hacia todos los productos nacionales, al fin que, ante la incertidumbre, no sólo se tambaleaban los mercados agroalimentarios, también se tambaleaba la paridad Peso - Dólar, las fuerzas políticas y hasta las grandes inversiones.
Ante este escenario, lo único que aplaudo, es la unión que como mexicanos mostraron tanto el gobierno, los empresarios, el Sector Agroindustrial de CANACINTRA y los gremios de agricultores, manifestando su total respaldo ante las posibles negociaciones.
A pesar de que aparentemente fue lo peor que como mexicanos nos pudo haber pasado, debo decir; gracias Trump, porque es lo mejor que nos has propiciado desde tu mandato, México ha reaccionado y en los últimos días, tanto la Secretaría de Relaciones Exteriores, Embajadas, Consulados, CANACINTRA, gremios de agricultores, eventos como el de Agroexpande tu negocio, Agroexportación del Sector Agroindustrial de CANACINTRA, y múltiples reuniones han tocado el tema, “aprendamos a vender a otro lado y dejemos de depender de Estados Unidos”.
El productor nacional está obligado a buscar nuevos mercados, llegar a destinos más largos y al hecho de tener que hablar un idioma adicional al inglés. De a poco, estas acciones se van contagiando no sólo con los grandes agricultores, si no con los medianos y pequeños productores.
Si Donald Trump el día de mañana anuncia subsidios al campo americano, si comunica aranceles, si informa sobre cierres de frontera o si notifica cualquier otra cosa que pueda crear un escenario de especulación, los mexicanos tendremos que seguir buscando el mismo objetivo: potencializar los tratados existentes que no son utilizados y buscar nuevos mercados, por ejemplo:
· La Alianza del Pacífico: una iniciativa de integración conformada por cuatro países latinoamericanos, (Chile, Colombia, México y Perú) cuyo objetivo es “profundizar la integración entre estas economías y definir acciones conjuntas para la vinculación comercial con los países asiáticos de la cuenca del Pacífico, sobre la base de los acuerdos comerciales bilaterales existentes entre los Estados parte”
· El tratado de México y la Unión Europea: la cual entró en vigor el 1 de julio del 2000. Integrado por: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia y México. Este convenio, ha traído consigo un crecimiento en materia económica, de 243%, recalcando desde un inicio la diferenciación en el nivel de economías.
· El Tratado de Libre Comercio entre México y Costa Rica: Dicho tratado entró en vigor el 1 de enero de 1995. El comercio entre ambos países incrementó hacia 1400%.
· Tratado de Libre Comercio entre México y Nicaragua: Vigente desde el 1 de julio de 1998. Dentro de los objetivos fijados se establecieron la expansión y diversificación del comercio exterior, eliminando las barreras internacionales, facilitando la circulación productos y servicios entre ambos países.
El comercio entre ambas naciones creció un 41% tan sólo entre 2011y 2017. Durante ese periodo, se realizaron intercambios 7.766 millones de dólares.
· Tratado de Libre Comercio México-Uruguay: La firma de este tratado se dio en el año 2002 liberando el comercio de productos agroalimentarios, los cuales incluían: hortalizas (tomates, ajos, zanahorias, nabos, pepinos y pepinillos, chícharos, espárragos, entre otras); frutas (mangos, guayaba, sandías, uvas, melón, fresas, entre otras); harina de trigo; productos de panadería, pastelería, galletería; preparaciones de hortalizas y frutas
· Tratado de Libre Comercio Colombia-México: Este acuerdo se firmó en agosto del 2011, sin embargo, las negociaciones tienen antecedente del año 2006. Bajo este tratado, un 97% por ciento de los productos de exportación entre ambas naciones quedaron libre de arancel, entre lo cuáles se incluyeron: café, tabaco, plátano y cacao. Las exportaciones entre ambos países han aumentado 1, 100% al pasar 306 a 3757 millones de dólares anuales. En tanto, las importaciones de México desde Colombia se multiplicaron 550% al pasar de 121 a 795 millones de dólares por año.
Como productores, debemos estar conscientes de que Estados Unidos no es la única ruta comercial. Para que haya una mayor diversificación de los mercados en beneficio del productor agrícola mexicano, necesitamos de la asistencia de políticas a favor de la comercialización y herramientas tecnológicas como Smattcom que permita el desarrollo de una economía colaborativa y diversificación natural de mercados
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A través de esta herramienta digital puesta al servicio del sector agroalimentario de forma gratuita, los productores pueden encontrar a compradores y comercializadores de México y de otras partes del mundo reduciendo el intermediarismo. Smattcom favorece la diversificación comercial gracias a su grupo de expertos calificados en materia de exportación. Llevar de la mano a los productores para encontrar la forma de comercializar, mediante asesorías e información que los clientes de afuera requieren, es la mejor estrategia ante esta necesidad de cambio urgente.
Un productor puede comprar y vender en tiempo real y al mismo, tiempo abrir paso a nuevas opciones comerciales. Pensemos que la inclusión de la tecnología en la apertura de nuevas rutas, es un inicio para que el intercambio de bienes y el fortalecimiento de las relaciones comerciales sea un proceso más sencillo.
Conectar a través de una red social, hoy es una realidad, es parte de la solución. El Comercio Inteligente Para El Agro es una oportunidad, y decir Sí, es una obligación por parte del agricultor nacional.
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