Como parte de las medidas de austeridad republicana y quizá en algún sentido como parte de la política de cerrar cualquier tipo de huachicoleo, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció, desde hace ya algunas semanas, la eliminación de ProMéxico, así como del INADEM. El primero era un organismo encargado de la promoción de inversión extranjera en México y comercialización en el exterior que contaba con delegaciones en docenas de países; ahora, sus funciones serán absorbidas por la Cancillería y por las embajadas de México. El segundo, el Instituto Nacional del emprendedor, cumplía con la tarea de apoyar a las pequeñas y medianas empresas; es decir, de darle fomento al emprendimiento y la creatividad de los mexicanos; ahora, sus funciones formarán parte de la Secretaría de Economía. Si bien aún es incierto el porqué de esta decisión, más allá del discurso constante de la austeridad republicana, una de las teorías prevalecientes sobre el cierre es que se detectaron desvío de fondos.
¿Qué implica que ProMéxico deje de existir como institución y como fideicomiso? Más allá de la postura propiamente polarizada, mientras que los seguidores fieles de la 4T vitorean todo acto que elimine la burocracia y reduzca el número de dependencias con el argumento esgrimido sobre el presupuesto la corrupción, expertos en la materia aseguran que se trata de una de las peores decisiones y de los resultados más criticables dentro de los primeros 50 días de gobierno de la administración actual. A continuación, me permito recoger algunos de los análisis y testimonios más relevantes sobre el tema:
“La desaparición de ProMéxico es uno de los grandes temas que al sector exportador le está afectando y genera problemas para las micro, pequeñas y medianas empresas que tienen deseos de incursionar al mercado internacional”. Juan Carlos Botello Osorio, investigador de la Facultad de Comercio y Estrategia Internacional de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
“A pesar de la problemática que había quizá por la mala distribución de fondos, sí pudiera afectar porque el esfuerzo de promoción del comercio exterior era muy importante, (así como) la estructura que se tenía y la experiencia de diplomáticos de carrera que ya no se va a tener o va a disminuir”. Héctor Villarreal, director general del COMCE Noreste.
“Este cierre va a afectar, porque el esfuerzo que se estaba haciendo de promoción era muy importante”. Héctor Villarreal Muraira, director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior del Noreste.
“Las autoridades comerciales en el país deberán virar el timón para mantener el rumbo y deberán sortear algunas tormentas como la desaparición de ProMéxico, sin reducir las cifras de exportaciones.” Reporte Índigo.
Por su parte, Francisco Javier Solís Morales, secretario de Desarrollo Económico en Nuevo Laredo, mencionó que la desaparición de ProMéxico provocó que los estados y los municipios se quedaran sin promoción para las inversiones internacionales, por lo que ambas instancias de gobierno se vieron obligadas a firmar un pacto de cooperación para seguir realizando las funciones que la dependencia tenía bajo su responsabilidad.
Ahora bien, ProMéxico era un organismo especializado en la captación de divisas por medio de la inversión extranjera directa. Se trataba de un programa con más de 10 años de experiencia que buscaba favorecer la inversión y el emprendimiento, además de fomentar el comercio exterior y fungía como puente de comunicación directa entre México, posibles socios comerciales en el exterior y las comunidades mexicanas en otros países. ¿Cómo vamos a trasladar esas funciones a la embajada, cuya función es meramente diplomática? ¿Están calificados para realizar una labor más allá de entregar folletos y dirigir al sitio web? Las embajadas no tienen bien definidos los programas de desarrollos de proveedores para poder exportar, además de que no cuentan con la información y penetración comercial necesaria. Debería existir entonces, en cada embajada, un mecanismo efectivo por industria para apoyar en la comercialización y en la capacitación. Una forma así de quitar de tajo o demoler y luego intentar construir parece que no efectúa la correcta transición. Como el desabasto de combustibles nos dejó ver, cerrar algo sin tener una estrategia previa puede tener consecuencias de alto impacto.
ProMéxico no sólo se encargaba de la promoción turística y comercial de México, sino que también realizaba una importante labor estadística y de investigación. Por ejemplo, como parte de sus últimas funciones oficiales, ProMéxico dio a conocer los resultados de un estudio en el que llamaba la atención por la posible pérdida de millones de empleos a causa de la automatización latente en las industrias manufactureras. ¿Los embajadores y cónsules tienen el tiempo, la disposición y el conocimiento para atender situaciones de esa naturaleza?
Como ya vimos, los estados están teniendo que absorber las funciones de ProMéxico y la difusión turística de otros programas, pero también ha tenido que salir a dar la cara la iniciativa privada, a través del COINE, el Consejo Internacional de Empresarios. Martín Rodríguez, su presidente, se expresó de la siguiente manera:
“El interés del COINE es dar seguimiento a la labor que hasta ahora venía realizando ProMéxico. El COINE pretende coadyuvar en este tipo de estrategias, capitalizando la experiencia, el conocimiento y la trayectoria de sus integrantes para consolidar el papel que México tiene tanto en la región de América latina y El Caribe, sin perder de vista la atracción de inversión extranjera, la promoción de exportaciones y la internacionalización de empresas mexicanas en todo el mundo”.
Lo que había funcionado hasta el momento y que, incluso, había ganado peso como marca gracias a una eficaz estrategia de posicionamiento en marketing ha quedado deshabilitado.
Peor aún es en el caso de las inversiones en el sector agroindustrial. Si de por sí ProMéxico daba poca atención al sector, ahora menos con la absorción de las funciones por parte de las embajadas. Y si el refugio de los pequeños productores y los agronegocios de pequeña y mediana envergadura era refugiarse en el Inadem, esta institución también dejó de ser. Los productores y los negocios con iniciativa para ver hacia México o desde México hacia el exterior han quedado en el desamparo casi total y la inversión extranjera directa ha quedado a la deriva y sin alguien que busque captarla con el know how suficiente.
Las estrategias de austeridad pueden funcionar, sí, pero si se aplican con un plan y de manera eficiente. No podemos subsanar, de un día para otro, deficiencias en los planes de gobierno y menos cuando pareciera que todo está funcionando por decreto y sin pensar en consecuencias a mediano y largo plazo.
Como forma de apoyar a los productores, por pequeños o grandes que sean, Smattcom, El Comercio Inteligente Para El Agro, presenta su abanico de herramientas a todos los productores y comercializadores, dentro y fuera de México, que busquen participar del comercio exterior y captar divisas en el sector agroalimentario. Por medio de esta app, no sólo se puede contactar a usuarios de otras regiones comerciales o zonas productivas, sino que se puede participar en subastas diarias de productos del campo, frescos y procesados, de manera directa, sin comisiones y sin intermediarios. Cuando el gobierno no ofrece una solución a las problemáticas de los productores y comercializadores, depende de nosotros mismos, a través de la economía colaborativa, tender una mano, para que las divisas lleguen al país y no se pierda el trabajo que se ha venido haciendo, a paso lento, pero seguro.
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